Hoy POST ESPECIAL….

La armonía del color ilumina el Portal de Belén.

Seguramente  no te habías dado  cuenta en la mezcla de colores que se puede observar en un Portal de Belén: cálidos con fríos y viceversa; en la indumentaria, decoración, construyendo una preciosa armonía del color viviente…  Formado por figuras que cumplen con el mismo look de  color…,  por ejemplo: La Virgen María siempre lleva un pañuelo color azul cielo y una túnica rosada, El Niño Jesus va en pañales, los pastorcillos van con chaleco de lana…, solo cambia el tamaño y las formas de las figuras que se puede observar en este portal  dando lugar a una armonía de color atractiva, destacándose : rojo pasión y amarillo energético …

 

 

Los colores son códigos que nos trasmiten información.  Fenómeno físico que perciben las personas en respuestas a la estimulación de sus órganos de visión ayudando  a la hora de poder aislar los objetos del espiado con mayor precisión. 

 

 

 

 

 

 

«La costumbre del Belén es muy antigua y proviene de la veneración a las reliquias del pesebre de Jesús, traídas a Roma desde Belén, si bien las características de algunos personajes como los pastores, los magos o Herodes provienen de las representaciones teatrales navideñas. A esto se añade la presencia de los signos que señalan el cumplimiento de las profecías sobre el nacimiento del Mesías o Salvador de los judíos («el buey», «la mula», la estrella, etc.) , y las indicaciones derivadas de algunas visiones místicas.

Según los expertos, las primeras expresiones gráficas de nacimientos se hallan en las catacumbas romanas de Priscila en el siglo II. Hay una en la que se hace referencia al nacimiento de Jesús de forma directa, y muestra pintada una escena de la Virgen María sosteniendo en brazos al niño Jesús. Incluso en otras catacumbas, de los siglos III y IV, se pueden observar escenas de la Epifanía, con los Reyes Magos».

 

  

 

 » La armonía  de los colores debe fundarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior».

(Wasily Kandinsky)